lunes, 14 de mayo de 2012

ANDREA CUARTAS GONZÁLEZ
KELLY ANDREA PÉREZ
JULIETH GIL PÉREZ
PAULA ANDREA RAMIREZ

Estudiantes de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN
Facultad de Comunicación
ESTÉTICA DE LA IMAGEN
DOCENTE: Eliana Sofía Botero Medina
Primer semestre
2012-1

ALMA BOHEMIA, LITERATURA Y LIBERTAD

La casa museo Fernando González Otra parte, es un lugar vivido por la gente de diversas maneras, cada quien desde su punto de vista. Algunas personas lo visitan para ir a leer, otras por el ver cine, presenciar entrevistas, conocer la vida y obra de Fernando González, visitar el café, en el cual se puede compartir con amigos o familiares una deliciosa comida, un café o un buen licor; o simplemente visitan el lugar para conocerlo y ambientarse con muy buena energía de alrededores verdes. Esto supuso una vinculación entre el arte y lo cotidiano algo que solo podría observarse mediante una experiencia estética en si denominada; la vida misma.

Ésta aseveración comprueba lo que decía Katya Mandoki en el Fetiche del Arte:

“Pero, insisto, no es el arte, ni la obra o la forma lo que expresa, sino el artista, igual que no es el lenguaje el que significa sino el sujeto que lo articula. El arte no es expresión de emociones; es el espectador quien percibe e interpreta una expresión de emociones y genera otras a partir de su experiencia con tal objeto (Mandoki, 1994, p. 30-32)


Cada persona tiene su experiencia personal en el espacio, dado que lo que Andrea Cuartas González experimenta al visitarlo, no es lo mismo que las demás compañeras, ni las demás personas que lo visitan diariamente .Es una perspectiva muy individual y personal tal como en 1994 Mandoki afirmaba: “que no es el objeto el que es expresa sino el sujeto el que percibe las emociones, pero emociones muy personales”.

La visita a la casa museo Otra parte como experiencia estética nos lleva también hacia el fetiche del objeto estético, debido a que todo lo que nos rodea nos produce una sensibilidad que es solo consecuencia de la relación subjetiva  que un sujeto establece con su objeto estético porque interactuamos con la sensibilidad del objeto. Tal como lo afirma Dufrenne:” por experiencia estética se referiría a la del espectador y no a la del artista, aunque exista en ambos”

Al adentrarnos al maravilloso mundo que se conjuga dentro de sí, una pasividad y tranquilidad rodeada de un mundo inmerso en el caos como lo es la ciudad, percibimos nosotros como seres humanos sensaciones inexplicables vividas por nuestros cinco sentidos; donde se hace presente el miedo al psicologismo, donde sentimos placer y por esas relaciones emotivas que nos hacen sentir un apego hacia el objeto estético. Por consiguiente se desmiente el mito del distanciamiento estético debido que al transcurrir las horas asentadas en este paraíso por nuestra mente solo pasan recuerdos de nuestra casa un espacio de hostilidad, hogareño y acogedor donde tenemos es más una percepción de acercamiento, tal sensación nos lleva a Kant el cual afirma que: “cuando nos acercamos mucho al objetivo lo perdemos de vista” esto en presencia de nuestro sentimiento se desmentiría fácilmente.

Durante el recorrido, sobresale la distinción de los diferentes espacios que a vista de nuestros ojos podemos presenciar cada uno de ellos llevándonos a un mundo diferente basados en recrear la vida y obra del maestro Fernando González. Su habitación iluminada como un rayo que pasa tras su esplendorosa ventana de colores envuelta en una silueta rustica, donde posado en una mesa se despliega su más grande tesoro, su máquina de escribir, y donde encubiertos por un vidrio que traspasa lado a lado, quedan la recopilación de sus memorias, sin embargo para una persona con actitud critica en el contexto occidental, esto suscita una contundente exaltación a la fealdad que toca con lo terrorífico, vil y criminal y que en el sujeto suscita y/o desata cierta repulsión, debido a la ausencia de esas características fundamentales que han regido la sociedad como, proporción, armonía y simetría. Al proseguir el recorrido de otra manera mas explicita se llega a lo que en un significado cultural se denomina parqueadero un lugar de receso para los automóviles que por el contrario, en el objeto estético, no se visualiza ni utiliza de la misma manera ya que allí se utiliza como un espacio para guardar o recoger en sí los desechos o los objetos que hicieron parte del museo; y que dentro de sí, interactúan como si fueran dos espacios totalmente  diferentes, tales como el bien y el mal; o lo bello y lo feo. En éste se hace presente una fealdad formal como la define Rosenkranz: “Advierte un desequilibrio pero en nosotros no implica necesariamente pasiones o sentimientos”.

Por consiguiente, se desafía la belleza formal que representada en el objeto estético denota un orden especial en sus caracteres, todo lleva una relación entre sí y los objetos de igual manera representan un recorrido marcado y vivido por Fernando González y donde el sujeto estético se prepara para observar y contemplar el arte.

Un olor a café se esparce dentro del aire más recóndito y misterioso, un aire de frescura conlleva  a un oasis en medio de un ambiente de cemento del objeto estético, que implica una sensibilidad frente a ésta en relación con algo o alguien que está presente desde el primer momento hasta el último que dejamos de percibirlo. La sensación de hospitalidad, inseguridad y peligro se hacen presentes al mismo tiempo que el enorgullecerse y sentirse feliz por haber estado allí.

La mayor certeza del “Miedo a tocar con lo indeseable”, es apreciable incluso sin tener que entrar al museo. Existe una brecha inmensa entre lo común de nuestra naturaleza y lo presente dentro de la casa museo Otraparte. Se demuestra en el hecho de que se distancia a la ciudad y todo lo que pueda “contaminar” el ambiente, del sitio donde están plasmadas todas las obras. Se crea una frontera imaginaria que impide que habitantes con determinadas características, accedan al arte.    

“La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento” Cesare Pavese…




BIBLIOGRAFÍA
-Mandoki, K. Los laberintos de la estética. En: Prosaica. Introducción a la estética de lo cotidiano.pp.23-58.
-Mandoki, K. De la estética a la prosaica. En: Prosaica. Introducción a la estética de lo cotidiano.pp.61-82.
-Introducción a la historia de la fealdad. La vanguardia y el triunfo de lo feo. Lo feo hoy. En: Eco, h. Historia de la fealdad. Barcelona: Lumen S.A., 2004.pp.9-20; 365-388; 421-438.



martes, 20 de marzo de 2012

FOTOGRAFÍAS

Con esta SEÑAL, ubicado en la entrada de Otraparte, dan a entender al público los horarios de atención y la dirección del lugar, con el fin de que los interesados, puedan contactar la casa-museo.

La SEÑAL pretende darnos una información de ubicacion espacial que manera que cada persona, según el lugar al que desee desplazarse, se oriente de manera correcta .

Esta imagen es una SEÑAL ubicada en las escaleras de la casa, la cual indica que hay unas escaleras para subir del primero al segundo piso de la casa.

El ÍCONO, el cual esta hecho en un material rustico nos representa su rostro.
Este permite dar cuenta del aspecto físico de Fernando González y el gesto que este realizó al ser tallada su escultura. Esta nos da a entender que él fue el creador de dicho museo y nos hace recordar su rostro sonriente y alegre.

Esta SEÑAL, es muy explícita. Quiere advertir a los visitantes que parquean sus vehículos en Otraparte, que deben poner atención a sus pertenencias, debido a que si algo pasa con ellas, la casa-museo no se responsabilizará.

Esta imagen es un SÍMBOLO en el cual no solo se denota el pensamiento de Fernando González, sino su forma física cuando estaba joven.




martes, 6 de marzo de 2012

CAFÉ OTRA PARTE


FUENTE:
Fragmentos de "El Café de Otraparte, una realidad" (Boletín N° 44 - Abril 20 de 2006)- http://www.otraparte.org/corporacion/boletin/20060420-bol-44.html


El lunes 10 de abril de 2006, día del cuarto aniversario de la Corporación Otraparte, se dio comienzo a los trabajos de  remodelación y adecuación de: El Café de Otraparte, que esta ubicado detrás de la Casa Museo, en la casita que Fernando González utilizaba como biblioteca y para guardar herramientas. El local forma parte del terreno de 3.050 metros cuadrados donde en el mediano plazo se construyó el Parque Cultural Otraparte.

Con la aprobación de la Junta Directiva de la Corporación y contando con el visto bueno del alcalde de Envigado y de los dueños de la propiedad, el primero de abril se arrendó la casita para empezar así la realización de este importante proyecto.

La Corporación Otraparte es una entidad sin ánimo de lucro que administra por medio de comodato la Casa Museo Otraparte, propiedad del Municipio de Envigado.

Además de ofrecer un espacio amable para los visitantes y asistentes a las diversas actividades culturales que en la actualidad ofrece la Corporación, el propósito del Café no es otro que generar recursos  que nos permitan cumplir los objetivos principales de la entidad, que son difundir la obra del maestro Fernando González Ochoa y preservar su casa Otraparte como museo y centro cultural.



El Café de Otraparte

Calle 27 Sur N° 43A - 61
Envigado - Colombia
Teléfono: 302 42 18
Horario de atención:
3:00 p.m. - 12:00 a.m.
Viernes y Sábados: 3:00 p.m. - 1:00 a.m.

ESTE ES LUGAR DE ESPARCIMIENTO Y TRANQUILIDAD EN DONDE PODEMOS TENER UN RATO AGRADABLE CON NUESTROS AMIGOS O FAMILIA.  ALLÍ SE PUEDE  ASISTIR A VARIOS EVENTOS QUE TRANSCURREN EN LA SEMANA, YA SEA DE TIPO CULTURAL, MUSICAL O CINEMATOGRÁFICOS.

sábado, 3 de marzo de 2012

RESEÑA HISTÓRICA DE OTRAPARTE

FUENTE:
Extracción de fragmentos de la "historia de otraparte" escrita  por Javier Henao Hidrón en http://www.otraparte.org/casa-museo/historia.html

Otraparte es el nombre que Fernando González dio en 1959. Con tal motivo hizo colocar en el pórtico una verja de hierro, cuya elaboración encargó a su sobrino Javier Restrepo González (el don Florín de la Tragicomedia). La inscripción que la misma lleva en su parte superior, en hermosas letras de bronce, confiere al cambio de nombre de la Huerta un profundo significado, aparentemente enigmático, pero que se refiere a sí mismo, a su convicción acerca de los peligros del yo:
¡Cave canem seu domus dominum!, que quiere decir, “cuidado con el perro, o sea, con el dueño de la casa”. 

Desde el punto material de apreciación, es casa campestre situada en Envigado, en la margen izquierda de la carretera que une a este municipio con Medellín.

En el segundo semestre de 1934, Fernando González habitaba en calidad de arrendatario a Villa Bucarest, cuyo ambiente describe de este modo:
"La casa es de corredores que la odean separados del prado por baranda de un metro de alto. Al frente del corredor delantero, por donde me paseo recordando, y soñando con la juventud que voy a crear, hay un prado de sesenta metros en donde organan los mayos y en donde le doy de beber a la vaca. Ahí estoy, sentado en el brocal del pozo, revolviendo la aguamasa. La vaca bebe y bebe, despacio, y de vez en vez levanta el testuz, saca la lengua áspera y la introduce en las húmedas fosas nasales, me mira y me suelta el vaho que huele a leche, a ternero, y yo me acuerdo demademoiselle Tony... (...) Del prado sigue la carretera y luego una casa con huerto lateral, en donde hay un balso, árbol alto, ramas separadas, hojas grandes, sinvergüenza como un hermano cristiano de las colonias, o como mi alma cuarentona (...) Al otro lado de tal casa hay un madroño, como verdioscuro, árbol religioso, que produce frutos amarillos, agridulces y de corteza amarga. Mira usted esos dos árboles y le sale involuntariamente esta pregunta: ¿por qué no hay hombres bellos en Colombia?"
 En Villa Bucarest le fue creciendo el instinto de “tener finca raíz”, aunque advertía que no le gustaban sino las que no venden, o las de precio imposible. Y en torno de este deseo, filosofaba: “El placer lo causa la resistencia, la serie de resistencias que oponen los objetos a nuestra conquista, hasta llegar al sí”. El anhelo se convirtió en realidad en el año de 1937, cuando en un remate judicial adquirió unos terrenos situados cerca de Villa Bucarest. Cuando concluyeron los trabajos y la habitó con su familia, transcurrían los meses finales de 1940. Haciendo reminiscencia de su anterior dueño, la casafinca recibió el nombre de La Huerta del Alemán.

La labor de decoración de la casa procede con exquisito gusto: coloca a la entrada una fuente que adornó la plaza principal del vecino municipio de Caldas; de Cali hace traer los vitrales, obra del artista Leandro Velasco; de la capilla de Envigado, las lámparas; y consigue las rejas forjadas a mano que pertenecieron a la Casa de la Moneda. Un capitel, tallado en piedra caliza, sobresale ostentando la figura mitológica de un sátiro; es escultura importada de Centroamérica, obsequio de su hermano Jorge. Y en el corredor, una banca que perteneció a la Iglesia de Cartago, servirá para el diálogo amistoso, la lectura y el solaz del pensamiento.

En los últimos años de la vida de Fernando González, Otraparte se convirtió en un lugar casi mítico. El nombre se hizo popular, y solía ser pronunciado con admiración y respeto. Al maestro empezaron a llamarlo, unos “El mago de Otraparte” y otros “El brujo de Otraparte”. Con frecuencia era visitado por jóvenes ansiosos de conocerlo, por intelectuales (Félix Ángel Vallejo,Carlos Castro SaavedraManuel Mejía VallejoCarlos Jiménez GómezAlberto AguirreOscar HernándezLeonel EstradaLeón Posada, Darío Ruiz, María Helena UribeRegina Mejía, Rocío Vélez, Olga Elena Mattei...) y por sacerdotes, siendo notable entre estos últimos el padre Andrés Ripol, benedictino, con quien sostuvo una intensa y bellísima correspondencia epistolar.

Fernando Gonzalez, El 16 de febrero de 1964, domingo, a eso de las siete y treinta minutos de la noche, sufrió un infarto cardíaco que lo trasladó definitivamente al verdadero Otraparte... o reino del Silencio. Allí debió encontrarse con los amigos que llenaron casi todo su espacio vital: Jesucristo, Pablo de Tarso, Zaqueo, el Padre Elías, Nicodemus, San Ignacio, San Francisco, Bolívar, Estanislao, Carlosé y don Benjamín. Estaba próximo a cumplir 69 años de edad.

En el mes de noviembre de 1979, la Asamblea de Antioquia por medio de la ordenanza número 76 de 1979, declaraba monumento departamental a Otraparte.

A pesar de la declaración oficial, la casa-finca no fue adquirida por el departamento de Antioquia y estuvo a punto de desaparecer, absorbida por los planes de urbanización de la zona en que se encuentra.
Con todo, en el mes de febrero de 1984, pasó a ser propiedad del municipio de Envigado, luego de una transacción en la cual intervinieron los herederos del maestro (en su calidad de propietarios, en proindiviso, del predio denominado Otraparte), la sociedad Inversiones y Proyectos Limitada y el Departamento de Valorización de Envigado. El inmueble fue desenglobado en dos lotes, con el fin de que los herederos pudieran vender el lote número dos a Inversiones y Proyectos Limitada, y esta sociedad transferir a título de cesión a favor del municipio de Envigado, el derecho de dominio y la posesión efectiva del lote número uno, donde se encuentra la casa con su zona de retiro, cuya superficie es de 1.260 metros cuadrados y está alindado así:
Por el frente y oriente, en longitud aproximada de 24.50 metros con la carrera 43A (Avenida El Poblado-Envigado); por el sur, en línea quebrada de 49 metros de longitud aproximada, con terrenos de Inversiones y Proyectos Ltda.; por el occidente, en una línea de 28.30 metros de longitud aproximada, con terrenos de Inversiones y Proyectos Ltda.; y por el norte, en longitud aproximada de 43.65 metros, con el lote número 2 de propiedad de los señores González Restrepo.
En la actual nomenclatura urbana corresponde a la carrera 43A (hoy Avenida Fernando González), número 27A Sur - 11.

(La entrada se hizo siempre por camino en dirección diagonal. Pero desde cuando la casa dejó de ser habitada por la familia González Restrepo y el terreno adyacente quedó reducido a su frente hacia la carretera, se ingresa en línea recta por un caminito de piedra que divide en dos partes el jardín en cuyo centro se destaca una fuente de agua, mientras a ambos lados los árboles purifican el aire y dan al entorno un ambiente de naturaleza). Meses después se constituyó una Junta Asesora de la alcaldía municipal de Envigado, encargada de promover la restauración de la casa y su adecuación como Museo biográfico y filosófico. La apertura de la Casa Museo Fernando González tuvo cumplimiento el 6 de agosto de 1987 y desde entonces se dispone de un escenario apropiado para estudiar su obra y percibir su presencia.

Sometida a indispensables obras de refacción, que comprendieron el mejoramiento de su planta interior y el cambio de la fachada de entrada al antejardín, por otra más alta, segura y artística, de estilo colonial, Otraparte fue reinaugurada el 16 de febrero de 2000, día del trigésimo sexto aniversario del fallecimiento del maestro. Pero poco después fue convertida en sede del proyecto que lidera el municipio de Envigado a nivel nacional, denominado Ciudad Educadora. La función de museo abierto y de casa de estudio que propiciaba la creación filosófica y literaria alrededor de la obra de Fernando González, antes desarrollada con exclusividad, se conservó en condición subalterna, con lo cual la voluntad expresada por sus herederos en los años previos al nacimiento de la casa museo, quedó también parcialmente desvirtuada.
Afortunadamente, a partir del mes de septiembre de 2002 la recién fundada Corporación Fernando González - Otraparte, impulsada por los herederos del filósofo, se hizo cargo de manera integral de la administración de la Casa Museo, previo contrato de comodato celebrado con el Municipio de Envigado. Desde entonces viene siendo dirigida por el antropólogo Gustavo Restrepo Villa, un apasionado cultor de la obra del maestro.
La mencionada corporación fue constituida exactamente el 10 de abril de 2002, al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Fernando González Restrepo, hijo del maestro y solícito curador de su obra, siendo conformada inicialmente por 57 miembros fundadores. Su labor de divulgación incluye hoy una excelente página en Internet (www.otraparte.org), la realización semanal de conferencias y actos culturales en la sede de Otraparte, y el proyecto de construir, anexo a la Casa Museo, un formidable Parque Cultural en colaboración con el municipio de Envigado, el departamento de Antioquia, la empresa privada y, a partir de la expedición de la ley 1068 de 29 de julio de 2006, también con la entidad central de derecho público, la Nación.

Mediante aquella ley, el Congreso de la República exalta la memoria de Fernando González “como uno de los más importantes pensadores colombianos de todos los tiempos”; declara su Casa Museo como Bien Cultural de Interés Público de la Nación; autoriza no solamente al gobierno nacional para incluir las partidas presupuéstales que permitan contribuir a la financiación delParque Cultural Otraparte y a la conservación de aquel Museo, sino a la Asamblea Departamental de Antioquia y al Concejo Municipal de Envigado para trasladar determinado monto de los recaudos que se obtengan con la estampilla Procultura, con el fin de dar cumplimiento a los propósitos indicados; además, y “para dar testimonio ante la historia de sus aportes a la construcción de la filosofía de la autenticidad para el pueblo americano”, ordena realizar una serie de actividades culturales y cívicas en el municipio de Envigado, todos los 24 de abril de cada año —aniversario de su natalicio—, con el fin de difundir su vida y obra.

Pocos días antes de ser constituida la corporación, en entrevista para el periódico El Colombiano, Simón González había dicho: “Mi padre, quien soñaba con Otraparte como una escuelita de solitarios, decía que sólo cuando uno se siente solo vive y tiene fuerzas para dar. Eso queremos que pase en la Corporación Fernando González - Otraparte. Que sea una vacuna, algo que construya, que a ella vengan los niños y sientan que están solos y tienen que conquistar el mundo y las ideas y la vida, que es lo que Dios nos dio”.

Por su parte el periodista Ernesto Ochoa Moreno, en el mismo diario explicaba que la corporación: “No pretende ser un culto a un personaje que durante su existencia quemó humildemente, y angustiadamente, su orgullo en aras de la intimidad. Lo que va a nacer en Otraparte es la búsqueda de respuesta a la urgencia de un pueblo (Latinoamérica, Colombia, Antioquia, Envigado) por mantener vivo el acicate hacia la superación de sus propias miserias, hacia la efloración de sus inmensas posibilidades. Porque en Otraparte debe estar encendida, en silenciosa iluminación, una llama que es la de todos, porque es del pueblo, necesitado hoy más que nunca de luz en la oscuridad” (columna de opinión Bajo las ceibas).